ROMANCE
Otra noche triste y solo
otra más tristeza y soledad
pensando en todas las cosas
pero en nada en realidad.
Cuan estúpido fui,
¿Por qué la dejé marchar?
dime luna blanca por qué
solo hay soledad.
No te escondas tras las nubes,
ten valor sin antifaz,
¿Por qué no nos ayudaste?
¿Por qué la dejé marchar?
A mi llegan recuerdos
belleza sin igual,
sus cabellos de un fino oro
como ríos sin final,
sus ojos como luceros
iluminan la oscuridad.
Mientras yo en un rincón
no dormía por observar,
como duerme tranquila
como duerme sin pesar.
Daría lo que fuera
por volver el tiempo atrás,
por volver por un segundo
y poderla rescatar,
¿Qué pasó en aquella noche
cuando fuimos a pasear?
Todo estaba muy tranquilo
como podía imaginar
que esperábanos la muerte
y me la iba a arrebatar.
Corríamos por el bosque
felices y sin pensar,
que apagárase la luna
y todo era oscuridad.
Parárame en seco entonces
y todo era oscuridad,
por mucho que la buscaba
no la podía encontrar.
Llamábala yo gritando
y sin respuesta escuchar,
desesperado en el bosque
y todo era oscuridad.
Un grito escuché de terror,
- ¡ella! – dije sin dudar,
corrí hacia el grito partido,
corrí sin poder parar.
Llegué a un claro de aquel bosque
y ella allí en el suelo está.
No sabía bien el porqué,
ni tampoco imaginar,
lo que me encontraría
y que no podré olvidar.
Yacía en el suelo quieta,
me agaché para observar,
que mi amada estaba muerta
y no la pude salvar.
La luna se descubrió,
volviendo a iluminar
y un golpe tras la cabeza
me hizo al suelo desmayar.
Desperté en mi alcoba solo
y fui corriendo para allá,
no había ni rastro de ella
y aquello me hizo dudar,
si todo aquello fue un sueño
u ocurrió en realidad,
y si todo fuera un sueño
que bello y cruel es soñar.
Autora: VICTORIA SÁNCHEZ-LAFUENTE GÓMEZ
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